Hoy vamos a hablar de un tema poco agradable, pero realmente importante: por qué a veces, a pesar de todos nuestros esfuerzos (dieta, suplementos, seguimiento, etc.), podemos tener la impresión de que nuestra candidiasis no mejora.
Sé lo desalentador que puede ser hacer «todo bien» y no ver resultados. Como naturópata especializada en candidiasis, he identificado varias razones. Y, sobre todo, ¡te voy a dar algunas ideas para ponerte manos a la obra!
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He compartido esta información en vídeo a continuación, pero también encontrarás un resumen escrito más abajo.
1 Calidad y cantidad de los complementos alimenticios contra la cándida
Esto es a menudo lo primero que nos viene a la mente cuando la lucha contra la candida albicans parece empezar con mal pie: «¿Estoy tomando los suplementos adecuados? ¿En las dosis adecuadas?«. ¡Y tienes razón! Los protocolos contra la candidiasis son realmente complejos y técnicos.
Entre ellas figuran:
- Paso a paso
- Utilizar las dosis adecuadas de antifúngicos para cada persona: ¡yo utilizo 9 dosis diferentes según la persona y la situación!
- Complementos variables
- y por último, ¡cuidado, los antifúngicos solos no bastan! Mi credo al respecto: sólo antifúngicos, recaída a la vuelta de la esquina…
Si tu naturópata no está especializado en candidiasis/disbiosis, es posible que el protocolo no sea lo suficientemente preciso o completo para ayudarte realmente.
También puede ver este vídeo sobre los principios que deben observarse al tomar antifúngicos.
2. Estrés crónico, sistema nervioso desregulado y candidiasis
Ah, el estrés… ¡El mejor amigo de Candida albicans! 😅 Por desgracia, cuando hay demasiado cortisol en el cuerpo (la hormona del estrés), la candida albicans se aprovecha al máximo. El problema es que muchos de nosotros estamos crónicamente estresados: estamos constantemente en modo «acción» y rara vez en modo «descanso».
¿Cuál es el resultado? Nuestra digestión e inmunidad se resienten, ¡y la cándida se frota las manos! Realmente te insto a trabajar en este aspecto. De hecho, tengo un artículo sobre el sistema nervioso aquí.
La idea no es necesariamente ir a ver a un psiquiatra (aunque eso puede ayudar), sino enseñar a tu sistema nervioso que puede relajarse. ¿Y cómo se hace? Con ejercicios sencillos y rápidos que le digan «¡Eh, todo va bien, ya puedes relajarte!».
3. ¿Problemas con candida albicans = tiroides?
Aquí hay un punto que a menudo se pasa por alto: una tiroides que funciona mal puede bloquear totalmente su progreso. Ya se trate de hipotiroidismo o de una enfermedad autoinmune como la de Hashimoto, si tu tiroides no está en su mejor momento, tu inmunidad y tu digestión se resienten… ¡y la candida albicans se aprovecha!
Por desgracia, los análisis convencionales de tiroides no siempre son suficientes. Hay análisis más avanzados disponibles a través de laboratorios privados (¡no, no me llevo comisión! 😊). Si quieres más información sobre este tema, no dudes en decírmelo en los comentarios.
También tengo un artículo sobre el tema de la candidiasis y la tiroides aquí.
4. ¿Falta de ganas de vivir y de estímulos?
Puede sonar un poco «despreocupado», ¡ pero es realmente importante! Me he dado cuenta de que las personas que no tienen pasiones, pocas aficiones o ninguna vida social suelen tener más dificultades para curarse. Es como si el cuerpo se dijera a sí mismo : «Bueno, si te vas a aburrir, no tiene sentido intentarlo…».
Sé lo que estás pensando: «Pero Juliette, ¡es precisamente la candidiasis lo que me deprime y me aísla!». Y tienes razón. Es un círculo vicioso: la candidiasis nos hace sentir menos sociables (es difícil salir a comer cuando estás hinchada…), lo que repercute en nuestro estado de ánimo, lo que ralentiza nuestra recuperación…
¿La solución? Ir poco a poco. Quizá empezar viendo vídeos sobre un tema que te apasione, leyendo libros, haciendo un poco de deporte… La idea es retomar el ritmo poco a poco, redescubrir los pequeños objetivos que te hacendecir «¡Genial, el sábado lo hago!».
5. ¿Poca secreción de moco intestinal?
Hablemos de un punto técnico pero realmente importante: la mucosa intestinal. Es lo que protege el intestino y favorece la flora intestinal. Pero, ¿cuál es el problema? Alrededor del 20% de los europeos tienen un rasgo genético que les impide segregar correctamente esta mucosa.
Existe una prueba genética llamada FUT2. Desgraciadamente, no está disponible en Francia, pero puedes hacértela en otros lugares de Europa, sobre todo en LIMS .
Si eres un «no secretor de FUT2», hay complementos alimenticios específicos para tomar a largo plazo que realmente pueden marcar la diferencia: la fuccosilactosa, que recomiendo de nutrixeal, un laboratorio cuya calidad es perfecta y cuyos precios son muy buenos (no pagan comisión a los terapeutas…).
6. 6. Falta de sueño
Imagina que necesitas 8 horas de sueño pero sólo has estado durmiendo 5-6 durante meses… Tu inmunidad y tu digestión se resienten. En naturopatía, esta es una de las primeras cosas que comprobamos.
Existen soluciones naturales (fitoterapia, melatonina, etc.): me encanta este producto en particular , por su efecto de 8 horas y su mezcla de valeriana y melatonina muy eficaz.
Pero también debemos intentar comprender la causa: ¿está relacionado con la glándula tiroides? ¿estrés? ¿depresión? ¿agotamiento? ¿menopausia, perimenopausia?
Como siempre, tratamos de llegar a la raíz del problema en la medida de lo posible, y en cualquier caso, si quieres deshacerte de la candidiasis intestinal, hay una gran diferencia cuando duermes lo suficiente. Así que tienes que pensar en esto si no estás mejorando.
7. Sedentarismo y candidiasis
Nuestro cuerpo está hecho para moverse, ¡así son las cosas! Si eres muy sedentario, puedes ralentizar mucho tu recuperación. Eso sí, no estoy diciendo que te conviertas en un atleta de la noche a la mañana (¡cuidado con las tendinitis! 😅).
Empieza poco a poco: un poco de estiramientos diarios, unos minutos de paseo… Sé que a veces con la candidiasis no tienes suficiente tiempo o energía, pero es realmente crucial para tu digestión y tus síntomas en general.
8. Una dieta indigesta favorece la candida albicans
Por último, aunque sigas una dieta anticandidosis, puedes comer alimentos indigestos. He aquí algunos ejemplos:
- Demasiadas semillas oleaginosas, demasiada grasa
- Picar (algo a las 10 de la mañana, postre 2 horas después de cenar…)
- Masticación insuficiente
- Trastornos alimentarios no resueltos
Estos hábitos impiden que tu sistema digestivo se repare adecuadamente, ¿y adivina quién se beneficia? ¡Nuestra pequeña candida albicans!
Conclusión
Si tu protocolo anticandidosis está estancado, revisa todos estos puntos para ver cuáles pueden ser «defectuosos», y quizás veas mi vídeo para más detalles.
A veces, uno solo de estos factores puede bloquear tus esfuerzos, y eso es un coñazo, pero al mismo tiempo las soluciones son a veces bastante sencillas 😉
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